🧠 Rompiendo el “Siempre se ha hecho así”: Por qué nuestro cerebro resiste el cambio

octubre 9, 2025

Por Neuroliderar

Introducción: La historia del obrero que no quiso cambiar

Para los que no lo saben soy ingeniero civil de profesión y quiero invitarte a imaginar una obra en construcción. Entre el ruido de las máquinas y el polvo del entorno, un joven ingeniero propone una nueva forma de asegurar los andamios, más segura y eficiente. Pero uno de los operarios con más experiencia, sin siquiera mirarlo, responde: “Esto siempre se ha hecho así.”

Esa frase —aparentemente inofensiva— encierra una de las mayores resistencias del cerebro humano: el miedo al cambio. Una resistencia profundamente arraigada en nuestra biología más básica (Vivir en modo supervivencia) , no solo en la cultura organizacional.

El cerebro y su preferencia por la seguridad

Desde la neurociencia, sabemos que el cerebro está diseñado para ahorrar energía «En la práctica es vago por supervivencia». Cada vez que aprendemos algo nuevo, el cerebro debe construir nuevas redes neuronales y romper conexiones previas. Este proceso implica gasto metabólico (Glucosa + Oxígeno = Energía) y, sobre todo, inseguridad.

El Sistema de Activación Reticular Ascendente (SARA), descrito por Hans Eysenck, actúa como un filtro que mantiene nuestra atención en lo que el cerebro considera “seguro” o familiar. La norepinefrina, neurotransmisor asociado a la alerta, se dispara ante lo desconocido, activando áreas del cerebro relacionadas con el estrés y la supervivencia.

Por eso, cuando escuchamos una propuesta nueva, nuestro cerebro no piensa: qué interesante, si no “¿es seguro?”

El sesgo de statu quo: preferimos lo conocido, incluso si no funciona

Este fenómeno se llama sesgo de statu quo, y está ampliamente documentado en neurociencia del comportamiento. Estudios del Instituto Max Planck (2018) muestran que el cerebro libera dopamina cuando seguimos rutinas conocidas, incluso si los resultados no son óptimos.

Por eso, frases como así se ha hecho siempre generan una sensación de control y pertenencia. Cambiar implica riesgo, y el cerebro asocia el riesgo con amenaza.

En entornos laborales, esta mentalidad bloquea la innovación y perpetúa errores. No es que las personas no quieran mejorar, es que su sistema límbico las convence de que “mejor no tocar lo que funciona”.

El poder de la neuroplasticidad: nuestro cerebro puede aprender siempre

La buena noticia es que el cerebro es altamente maleable. La neuroplasticidad permite generar nuevas conexiones neuronales a lo largo de toda la vida. Cuando alguien decide cuestionar lo establecido, literalmente está reconfigurando su cerebro.

Cada nueva idea, cada mejora, cada nuevo proceso, “¿y si lo hacemos diferente?” activa la corteza prefrontal —responsable de la toma de decisiones conscientes— y refuerza las rutas neuronales de la innovación.

Investigaciones de Norman Doidge (The Brain That Changes Itself, 2007) confirman que el cambio repetido con intención y emoción crea patrones cerebrales más sólidos que el hábito anterior.

Por qué los líderes deben abrazar el cambio

En contextos empresariales y organizacionales, los líderes que repiten así se ha hecho siempre frenan el crecimiento y la creatividad de sus equipos. El cerebro del líder debe actuar como modelo de flexibilidad cognitiva.

La corteza cingulada anterior, área implicada en la detección de errores y conflictos, se activa cuando hay incoherencias entre lo que hacemos y lo que deberíamos hacer. Los líderes que estimulan la curiosidad y el aprendizaje continuo mantienen esa región activa, facilitando la innovación.

Un estudio del MIT Sloan Management Review (2022) demuestra que las empresas con líderes adaptativos y mentalidad de aprendizaje tienen un 30% más de innovación efectiva y un 25% menos de rotación de personal.

Conclusión: la valentía de decir “¿y si lo hacemos mejor?”

La experiencia es valiosa, pero se convierte en un peso cuando impide aprender. La neurociencia demuestra que la verdadera madurez cerebral no está en repetir patrones, sino en cuestionarlos con inteligencia.

Cuando alguien en una obra, en una empresa o en la vida cotidiana se atreve a decir: “¿y si lo hacemos diferente?”, está activando el cambio más poderoso posible: el que ocurre dentro del cerebro humano.

Llamado a la acción 🧠✨

En Neuroliderar, creemos que el cambio no comienza en los procesos, sino en las neuronas. Te invitamos a explorar nuestros talleres y programas de Neuroeducación y Neuroliderazgo, donde aprenderás a transformar la resistencia en crecimiento, y la experiencia en innovación.

👉 Atrévete a cuestionar. Atrévete a cambiar. Tu cerebro —y tu equipo— te lo agradecerán.

Bibliografía consultada:

  • Eysenck, H. (1967). The Biological Basis of Personality.
  • Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself. Penguin Books.
  • MIT Sloan Management Review (2022). Adaptive Leadership in Times of Change.
  • Max Planck Institute for Human Cognitive and Brain Sciences (2018). Decision-making and the status quo bias.
  • Harvard Business Review (2021). Why People Resist Change and How to Help Them Adapt.

Edison Gaitán