Carlos Cámara Gutiérrez
Es punzante o incesante, a veces intenso o leve, ligero.
En ocasiones causa irritabilidad a la luz y en grados extremos, náuseas y/o vómito… es un dolor de cabeza
«Me duele la cabeza», es la queja que en algún momento los padres escuchan de sus hijos, niños o adolescentes, sin saber con certeza que en verdad presentan el malestar o es una simple excusa para no cumplir con las labores escolares o de la casa.

Un rompecabezas
De acuerdo con los especialistas, los dolores de cabeza en los pequeños de unos seis meses a 10 años de edad son tan comunes que no son un juego, también son cosas de niños.
Se trata de una molestia que podría denotar un padecimiento más severo, incluso podría ser el principio de un verdadero rompecabezas para identificar el origen y fundamento del trastorno neurológico.
Los datos de diferentes estudios realizados por expertos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía «Manuel Velasco Suárez» indican que el dolor de cabeza o cefalea es un síntoma que se presenta asociado en muchas ocasiones a enfermedades infantiles, que pueden agravarse o complicarse a futuro.
Mes del Niño
Abril, el cuarto mes del año se identifica como el dedicado a los niños, ya que el 30, el último día es el elegido para celebrarlos. A propósito de esta efeméride, hoy sábado 10 se presenta la segunda entrega de una serie de cuatro dedicadas a los pequeños.
Los doctores Felipe Arturo Vega Boada y Wílliam Moguel Rodríguez, neurólogo clínico en el Instituto de Neurología y Neurocirugía y coordinador peninsular del Sistema de Educación Continua para el Médico General, respectivamente, hablan de los dolores de cabeza en los niños, un padecimiento que suele ser habitual e inofensivo, pero también advierten de algunos que por sus síntomas podrían ocultar o camuflar un problema mucho más grave.
Padecimiento persistente

El doctor Felipe Arturo Vega Boada, neurólogo clínico en el Instituto de Neurología y Neurocirugía, define el dolor de cabeza, cefalea o migraña como una enfermedad que produce discapacidad, que según la edad de la persona que lo padece tiene repercusiones familiares, escolares, laborales y económicas importantes.
«El primer episodio generalmente se presenta en la niñez, pero este padecimiento persiste a lo largo de la vida; los picos más grandes ocurren entre los 25 y 45 años de edad, y se extienden hasta los 65″, agrega el especialista.
El académico de la Facultad de Medicina de la UNAM destaca que en México la prevalencia de dolor de cabeza, en sus diversas intensidades, es de alrededor del 16%, es decir que de una población de más de 120 millones, según el último conteo de Inegi, se podría considerar que hay casi 20 millones de personas que sufren jaquecas.
Tipos de dolores de cabeza
De acuerdo con el reconocido neurólogo, experto en migraña, hay formas particulares de dolor de cabeza, con características específicas, y para determinarlos se deben tener al menos cinco episodios de la molestia que dure de cuatro a 72 horas en los adultos, y de dos a 48 horas en los niños.
En relación con la localización de las migrañas, explica en etapas primitivas, incipientes, se ubica en una de las dos mitades de la cabeza, tiene carácter de un dolor pulsátil, y el golpeteo, según la intensidad va de moderada a seria y se agrava con la actividad física.
«Puede ser tan fuerte en su fase aguda que a veces la persona con una migraña no puede, por ejemplo ni subir las escaleras, ya que con el esfuerzo el malestar crece. Además, suele acompañarse de molestias por la luz y el ruido, y en ocasiones de náusea y vómito», especifica el especialista.

Causales y géneros
Los dolores de cabeza o migrañas, subraya el doctor Vega Boada, pertenecen al grupo de las cefaleas primarias, es decir, las que no se originan por lesiones cerebrales ni sistémicas.
«Las mujeres son, estadísticamente el sector de la población que más padecen de dolores de cabeza, y a partir de la adolescencia un factor desencadenante frecuente es el período menstrual».
Aunque no hay una causa particular, en muchos casos, explica el neurólogo se vincula con factores familiares, en los que se contempla un componente genético, ya que según su experiencia e investigaciones corroboran que hay pacientes con abuelos, padres o algún familiar en línea directa que cursaron con algún dolor de cabeza o migraña en su vida.
«Hay otros factores medioambientales que inciden, como el estrés, algunos alimentos y/o bebidas, pero lo que desencadena un dolor de cabeza puede ser muy divergente», juzga.
Dolor de cabeza en niños
El profesor de la UNAM añade que aunque los dolores de cabeza son frecuentes en los niños y pueden ser de características variadas (tesionales, migrañosos o postraumáticos), estudios refieren que cinco de cada 100 pequeños en edad escolar sufren alguna clase de malestar o cefalea de manera constante o regular.
«Algunos hipótesis afirman que el 69% de los niños, incluso los bebés, ya sufrieron algún episodio importante de dolor de cabeza antes de los 14 años de edad».
El neurólogo clínico enfatiza que este padecimiento no tiene cura, pero existen tratamientos para mantenerlo controlado y mejorar la calidad de vida de los afectados, y «es importante identificar si hay algún factor detonante para evitarlo».

Cómo identificar
El doctor Wílliam Moguel Rodríguez, coordinador del Sistema de Educación Continua para el Médico General, coincide en que los niños a partir de edades tempranas presentan dolor de cabeza, pero en contraste con los adultos, los pequeños sienten los síntomas a ambos lados de la cabeza y por lo general tienen una duración no mayor de dos horas.
«Los niños que se quejan de dolor de cabeza pueden estar pálidos o parecer inquietos o irritables antes y durante una indisposición, perder el apetito o quejarse de molestias en otras partes del cuerpo en el trance de esa aflicción», abunda el médico.
También destaca que puede ser difícil de identificar el tipo de dolor de cabeza porque a menudo los niños tienen complicaciones para describir dónde les duele, con qué frecuencia e intensidad se producen y el tiempo de duración del malestar.
«Si son niños muy pequeños, que no pueden explicar los detalles del dolor que los aqueja en la cabeza, en la práctica me funciona pedirle que me indiquen en un dibujo la parte del cráneo o el cuello donde siente con más agudeza las palpitaciones, lo que ayuda a definir el tratamiento adecuado», amplía.
¿Qué produce los dolores de cabeza en niños?
Con cuatro décadas de experiencia como médico primario o de primer contacto, el doctor Moguel Rodríguez dice que los dolores de cabeza en los niños no deben ser tomados a la ligera por los padres o familiares, independiente de la cantidad de causales que los desencadenen.
«Los problemas emocionales como la tensión en la familia, el estrés de las actividades escolares, más aún ahora con el confinamiento por la pandemia del coronavirus, los cambios del clima, la alimentación, sueño irregular, deshidratación y el consumo de ciertos alimentos y bebidas deben ser considerados a la hora de una primera evaluación, y por lo general no son de preocupación».
Sin embargo, advierte, hay otros casos en que los dolores de cabeza en los niños se manifiestan después de alguna caída, un golpe o un accidente que podrían ser causa de una lesión craneal, o bien si hay alguna erupción o irritación, fiebre o somnolencia, indicativos de una situación peligrosa.
«Cuando hay dolores de intensidad variada y van acompañadas de náuseas y sensibilidad a la luz o al sonido, se puede considerar como una migraña, que en ciertos casos tienen una predisposición genética heredada», reitera.
Clases de dolor de cabeza en niños
El doctor Moguel Rodríguez señala que el tipo más frecuente es el dolor de cabeza relacionado con procesos febriles y enfermedades generales. En estos casos, la afectación se limita a la duración del padecimiento causal, es benigno y se controla fácilmente con analgésicos.
«Hay otros dolores de cabeza de tipo tensional que son de larga evolución, con episodios de dos o tres veces por semana y tienden a ser malestares crónicos. Sobre todo se presentan por la tarde, cuando los niños terminan sus actividades o clases, que ahora en su mayoría son en línea, por medio de un televisión, una tableta e incluso por teléfono».

Este tipo de dolor, explica el médico general dura varias horas y cede de manera gradual cuando los pequeños se acuestan o duermen por un par de horas o se le administra algún analgésico no controlado, que son remedios que de forma usual dan buenos resultados.
Cuidado con otros signos
«Los dolores de cabeza producidos por lesiones cerebrales graves son poco frecuentes respecto al total de las cefaleas, pero hay algunas características que pueden indicar una enfermedad neurológica seria», advierte el médico general.
Ante un caso de ese tipo, aconseja llevar al niño a un servicio de urgencias si el dolor comienza de manera brusca o es muy intenso, o cuando se asocia a alteraciones del nivel de conciencia, hay convulsiones o fiebre con rigidez a nivel de la nuca.
«No se trata de alarmar a los padres cuando un hijo pequeño, un niño se queja de dolor de cabeza, pero sí estar atentos y acudir a un especialista, un pediatra o neurólogo si el malestar es muy localizado y siempre en el mismo punto, cuando se desencadena o se agrava por tos o estornudos, o bien aumenta la frecuencia o la intensidad de los episodios», aconseja.
Sugerencias
El doctor Moguel Rodríguez insiste en que la mayoría de los dolores de cabeza en los niños se van tan rápido como llegan, por circunstancias de la vida diaria y más ahora por las consecuencias secundarias de la pandemia por el contagio de Covid, que obliga a estar recluido en casa y con mayor uso de aparatos electrónicos o móviles para su educación o con fines recreativos.

«El reposo, la buena hidratación y rutinas saludables en las que se limite el uso de equipos digitales suelen ayudar a que el dolor de cabeza en los niños cese. Los adultos sabemos que una jaqueca leve y ocasional disminuye o desaparece al descansar y relajarse en un espacio fresco y oscuro, con compresas frías, un baño con agua templada o un masaje a la altura del cuello».
Y el médico general previene, que no hay que caer en la tentación de automedicar o suministrar algún analgésico de venta libre cada vez que los hijos pequeños se quejen de dolor de cabeza.
«Lo más recomendable es mantener en observación si el malestar aumenta o hay alguna otra sintomatología no frecuente, que pueda indicar que podría tratarse de alguna otra dolencia más severa, ahí lo mejor es acudir al especialista», concluye.