La ansiedad desde las neurociencias

febrero 3, 2023

Antes de hablar de la ansiedad, quiero que dejemos claro la diferencia entre está y el miedo.

El miedo es una respuesta emocional normal y adaptativa ante una situación percibida como peligrosa o amenazante. Es una respuesta rápida y automática que prepara al cuerpo para la acción (luchar, huir o frezarse). El miedo es una respuesta normal y necesaria para la supervivencia, por otro lado, la ansiedad es una respuesta emocional a una situación percibida como potencialmente peligrosa o amenazante, pero, se refiere a una respuesta más prolongada y generalizada que a menudo es desproporcionada o no adaptativa a la situación específica, la ansiedad se refiere a una sensación de preocupación, tensión o inquietud que puede ser constante o intermitente.

Como ya lo vimos la ansiedad es una respuesta emocional normal a situaciones estresantes, pero cuando se vuelve excesiva o se experimenta de forma crónica, puede tener un impacto negativo en la salud física y mental, desde la perspectiva de las neurociencias, la ansiedad se relaciona con la actividad en ciertas áreas del cerebro, como el sistema límbico y la amígdala, estas áreas del cerebro están involucradas en la regulación de las emociones y en la respuesta al estrés.

La neurociencia nos proporciona información valiosa sobre cómo tratar la ansiedad de manera efectiva, la terapia cognitivo-conductual (TCC) es una forma efectiva de tratar la ansiedad, ya que se centra en identificar y cambiar los patrones dominantes de pensamiento (Neuroplasticidad) y comportamiento negativos que pueden contribuir a los síntomas de ansiedad.

Además de la terapia, hay varias medidas que puedes tomar para ayudar a reducir los síntomas de ansiedad, esto incluye manejar el estrés, practicar técnicas de relajación, hacer ejercicio regularmente, dormir lo suficiente (Mínimo 8 horas al día), tener una alimentación balanceada, practicar la gratitud, buscar apoyo, aceptar las emociones, conectarse con los demás y tener una actitud positiva.

Es importante recordar que la ansiedad es una condición tratable y que cada persona es diferente y debe encontrar lo que mejor funciona para sí misma, si los síntomas de ansiedad son severos y afectan significativamente la calidad de vida, es importante buscar ayuda profesional.

En conclusión, la neurociencia nos proporciona información valiosa sobre cómo el cerebro y el cuerpo interactúan en relación con la ansiedad, y nos proporciona herramientas para tratarla de manera efectiva. Es importante tener en cuenta que cuidar la ansiedad es crucial para nuestra salud física y mental, por esto debemos prestar atención a los síntomas y buscar ayuda si es necesario.»

10 principios clave para controlar la ansiedad en nuestra vida:

  1. Identificar las causas: Es importante identificar las situaciones o pensamientos que desencadenan la ansiedad para poder abordarlos de manera efectiva.
  2. Aprender técnicas de relajación: Técnicas como la meditación, la respiración consciente y la progresiva relajación muscular pueden ayudar a reducir la tensión muscular y la ansiedad.
  3. Practicar la regulación emocional: Aprender a reconocer y expresar las emociones de manera saludable puede ayudar a reducir la ansiedad.
  4. Desarrollar una perspectiva positiva: Enfocarse en lo positivo y tener una perspectiva optimista puede ayudar a reducir la ansiedad.
  5. Ejercicio regular: El ejercicio regular puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad al liberar endorfinas y reducir la tensión muscular, cuando hablamos de ejercicio, hablamos de una caminata de 30 a 45 minutos e ir dos o tres veces en la semana al gimnasio una hora por día o hacer ejercicio regularmente.
  6. Dormir lo suficiente: La falta de sueño crónica se ha relacionado con un aumento de la ansiedad, por lo que es importante obtener entre 7-9 horas de sueño cada noche.
  7. Alimentación balanceada: Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para la salud del cerebro y del cuerpo, y puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad.
  8. Buscar apoyo: Hablar con amigos, familiares o un profesional de la salud mental puede ser de gran ayuda para manejar la ansiedad.
  9. Evitar el consumo de sustancias que pueden agravar la ansiedad, como el alcohol y las drogas.
  10. Practicar la terapia cognitivo-conductual (TCC) u otras terapias que ayuden a manejar la ansiedad.

Edison Gaitán