Un Análisis Desde la Neurociencia y Consejos para Superar el Trauma
Después de una catástrofe, muchas personas experimentan la sensación de que el tiempo se ha detenido, como si la vida hubiera quedado congelada en ese momento crítico. Esta percepción es común entre quienes han atravesado un evento traumático y tiene una base neurocientífica. A continuación, analizamos lo que ocurre en el cerebro tras una catástrofe y cómo se puede comenzar a avanzar, paso a paso, hacia la recuperación.
La Reacción del Cerebro Frente al Trauma: Una «Parálisis» Temporal
Al enfrentarnos a una experiencia traumática, nuestro cerebro activa diversos mecanismos de defensa diseñados para protegernos. Estos mecanismos involucran varias áreas del cerebro:
- La Amígdala: Este núcleo cerebral activa la respuesta de «lucha o huida», liberando hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. Esta reacción es beneficiosa ante una amenaza inmediata, pero tras la catástrofe, la amígdala puede permanecer activa, manteniéndonos en un estado de alerta constante. Esto puede provocar que el tiempo parezca detenido en el momento del trauma, ya que el cerebro se concentra en procesar lo ocurrido en lugar de permitirnos avanzar.
- El Hipocampo: Encargado de la memoria y el aprendizaje, el hipocampo también se ve afectado. En situaciones de trauma, el exceso de cortisol puede alterar su funcionamiento, lo que impacta nuestra capacidad para registrar recuerdos de manera adecuada. Esto puede hacer que el momento del trauma se repita mentalmente, como un “bucle”, dificultando que la persona sienta que el tiempo avanza. Este fue el caso de Sarah, una residente de Luisiana, quien perdió su hogar durante el huracán Katrina en 2005. Durante meses, sintió que estaba atrapada reviviendo cada instante del desastre.
- La Corteza Prefrontal: Responsable de la toma de decisiones y el pensamiento racional, la corteza prefrontal se ve inhibida por la respuesta de estrés, lo que complica el pensamiento claro. Esto puede llevar a que la persona se sienta «paralizada».
Estos efectos crean la sensación de que el tiempo se ha detenido. La mente se enfoca en el momento de la catástrofe, y las sensaciones, recuerdos y emociones se repiten, impidiendo que la persona experimente la normalidad de los días que avanzan.
Estrategias para Salir Poco a Poco del Trauma: Avanzando Paso a Paso
Recuperarse de esta «detención» temporal requiere reactivar otras áreas del cerebro, integrando el trauma en nuestra memoria de forma saludable. Aquí algunas estrategias basadas en la neurociencia para empezar a avanzar:
- Prácticas de Atención Plena para «Reentrenar» el Cerebro
- Ejemplo práctico: Tom, quien perdió su restaurante familiar en Nueva Orleans durante el huracán Katrina, comenzó a dedicar unos minutos al día a practicar la atención plena o mindfulness. Este ejercicio le ayudó a volver al presente y evitar que su mente quedara atrapada en el recuerdo del trauma.
- Explicación neurocientífica: El mindfulness ayuda a reducir la activación de la amígdala, mientras aumenta la actividad en la corteza prefrontal. Esto permite que el cerebro comience a procesar la experiencia de manera equilibrada, reduciendo la sensación de estar “atrapado” en el momento del trauma.
- Bibliografía: Siegel, D. J. (2007). The Mindful Brain: Reflection and Attunement in the Cultivation of Well-Being. W.W. Norton & Company.
- Practicar la Escritura Terapéutica para Procesar el Trauma
- Ejemplo práctico: Mary, quien perdió su hogar durante el terremoto de Northridge en 1994, encontró alivio escribiendo un diario donde anotaba sus pensamientos y sentimientos sobre lo que había vivido. Esta práctica le ayudó a darle sentido a la experiencia y a notar sus propios avances.
- Explicación neurocientífica: Escribir activa el hipocampo y la corteza prefrontal, ayudando a organizar las experiencias en una narrativa coherente. Esto facilita que el cerebro procese el trauma como un recuerdo y no como una experiencia continua. La escritura ayuda a reducir el impacto emocional y proporciona un sentido de control sobre la experiencia traumática.
- Bibliografía: Pennebaker, J. W. (1997). Opening Up: The Healing Power of Expressing Emotions. Guilford Press.
- Ejercicios de Respiración para Calmar la Activación del Sistema Nervioso
- Ejemplo práctico: James, que fue afectado por el tornado en Oklahoma en 2013, aprendió a hacer ejercicios de respiración profunda. Cada mañana y noche, realizaba respiraciones profundas en ciclos de 4-7-8, lo que le ayudaba a calmarse y a dormir mejor.
- Explicación neurocientífica: La respiración profunda activa el sistema nervioso parasimpático, ayudando a reducir el nivel de cortisol y la respuesta de estrés en el cerebro. Esto permite que el sistema de alerta disminuya y que el cerebro se relaje, reduciendo la sensación de estar en peligro constante.
- Bibliografía: Sapolsky, R. M. (2004). Why Zebras Don’t Get Ulcers: The Acclaimed Guide to Stress, Stress-Related Diseases, and Coping. Holt Paperbacks.
- Restaurar el Ritmo Diario para Reentrenar la Percepción del Tiempo
- Ejemplo práctico: Linda, quien perdió su pequeño negocio en Nueva Jersey debido al huracán Sandy en 2012, comenzó a implementar una rutina básica de actividades diarias para recuperar un sentido de normalidad. Aunque eran pequeños actos, como limpiar su negocio cada mañana, este ritual le permitió sentir que sus días volvían a tener estructura.
- Explicación neurocientífica: La repetición de actividades estructuradas ayuda a reactivar el reloj biológico y el sentido de temporalidad en el cerebro, que puede verse alterado en situaciones de estrés. Establecer una rutina permite que el cerebro recupere un ritmo, ayudando a superar la sensación de tiempo detenido.
- Bibliografía: McEwen, B. S., & Lasley, E. N. (2002). The End of Stress as We Know It. Joseph Henry Press.
- Fortalecer la Red de Apoyo para Recuperar la Seguridad
- Ejemplo práctico: Susan, que perdió su hogar en Mississippi durante el huracán Camille en 1969, encontró consuelo y fuerza en las reuniones comunitarias. Este sentido de conexión con otros le ayudó a sentirse menos sola y a ver posibilidades de reconstrucción.
- Explicación neurocientífica: Las conexiones sociales estimulan la producción de oxitocina, una hormona que disminuye el estrés y aumenta el sentido de bienestar y seguridad. El apoyo social es crucial para activar el sistema de recompensa del cerebro y ayudar a la persona a sentirse acompañada en el proceso de recuperación.
- Bibliografía: Cozolino, L. (2014). The Neuroscience of Human Relationships: Attachment and the Developing Social Brain. W.W. Norton & Company.
Reflexión Final
La neurociencia nos enseña que el cerebro tiene una capacidad impresionante de recuperación y adaptación. Aunque el proceso puede ser lento, pasos pequeños y consistentes pueden ayudar a superar la sensación de que el tiempo se ha detenido. Estas técnicas no solo nos ayudan a procesar el trauma, sino que, con el tiempo, permiten que el cerebro vuelva a su estado de equilibrio.
Edison Gaitán